Fotografía: Juan Carlos Trianero (Alpujarra, 2007)
Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza
Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza
Silvio Rodríguez, "Rabo de Nube"
(Para cuando las palabras están de más)
5 comentarios:
Gracias.
El Día Raro Nº1 anunciaba la llegada del mediodía del 12 de julio de 2006. Planteaba un hecho social injusto, compartía un miedo personal con todos nosotros y terminaba con un bonito deseo. Así son los días raros, así son los días.
Hoy ya son 75 y cada día que pase serán más y más. Cuando el Mar celebre su centenario rompiendo olas contra este malecón llegarán a ser casi 4.000. Bueno, no son necesarios tantos días raros porque lo verdaderamente importante es que por muy complejos que lleguen a ser existen, y existen gracias a ti.
"Día raro nº 1 (Comienzo):
"... Aún no me he planteado qué haré si llega el día en que sólo pueda escuchar. Quizá tenga que crear imágenes alimentadas por mis recuerdos, recortes, como trozos de fotografías y papeles de colores, como un colage traído por los pelos que me ayude a recrear todo aquello que sea nuevo y que yo no pueda ver...".
Extracto del origen de tantos días raros y de los que van pasando entremedio.
Más de un año de vida reflejado en palabras e imágenes. Tanto... ¿Verdad? "Un colage", "Retales de mi vida... Fotos a contraluz..." Y siguiendo... No sé si os enseñé mi "trocito peor". Pero si, cuánto he llevado dentro, abierta y sinceramente, miedos y alegrías, alguna tontería que otra... Y sobretodo una inmensa necesidad de expresar y expulsar.
(Tendría que darle las gracias a "Blogger", je).
Pero aquí seguiré rompiendo olas contra ese malecón que es la vida y aprendiendo a vivir.
He de dar las gracias a muchos, pero ahora te las doy a tí en concreto.
Pescaste una sirena con un anzuelo afilado, sin querer. Y en tu barca la llevaste a tierra y curaste sus heridas con todo el cariño del mundo.
Como sólo lo hacen las personas de buen corazón. Y no te apartaste de ella hasta que la supiste curada del todo devolviéndola de nuevo al mar.
Es cierto y lo sabes: allí estaré siempre.
Conocemos las profundidades, sabemos que no todos los cofres guardan tesoros.
Pero aquella sirena encontró uno herida en una barca.
Tú a una especie extraña, difícil de ver, muchos ni siquiera creen en ellas.
Esas cosas nunca se olvidan.
A veces un anzuelo afilado puede encender más vida que 4.000 atardeceres.
Gracias por todo. Gracias por tanto.
Un deseo umm muy dificil.
Tienes razon, algunas veces las palabras están de más, mejor el silencio shhhh.
Cuántas canciones hablan por nosotros...
El deseo es difícil de cumplir, pero no de desear... No por ello dejemos nunca de hacerlo.
Un beso Capitán.
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