martes, abril 15, 2008

"El Hombre del Barco Mercante"

Durante una semana olvidó tomar sus pastillas.
Olvidó su nombre y su origen (aunque hablara de él constantemente, simplemente no lo recordaba).
Cada paso era un paso al frente.
Y cada paso al frente le hacía sentir en sus pies, dentro de los zapatos, cómo el ruido de cristales rotos se alejaba y quedaba atrás.

Fue una pedrada, un atentado certero que hizo saltar el vidrio y romperlo en mil pedazos. Una pedrada conjunta, desde ambos lados, aunque él ignorara por completo que estaba rompiendo un cristal de tiempo y soledad.
Quizás ahí estuvo la clave: si no hay nada que romper, nada puede romperse. No hay miedo, sólo hay que tomar lo que tengo enfrente, pues ha venido a que lo tome con descaro y una sonrisa.

Ella sabía que su vida era corta, como la de una palomita tras poner sus huevos. Tenía tanto miedo que se despedía en cada despedida y cada amanecer, al escuchar su voz, era un nuevo regalo, un día más que Dios o el Universo tenían a bien ofrecerle y volvía a vivirlo con toda su vida, con cada vena, con cada víscera, con los ojos abiertos de par en par para no perder detalle, aunque lo olvidara todo a cada segundo transcurrido, pues, por primera vez en mucho tiempo, no necesitaba guardar nada: ni una palabra ni una frase ni un sentido.

Necesitaba caminar a su lado y él la invitaba para no caminar solo, era así de simple.

Esa tarde recordó que durante una semana olvidó tomar sus pastillas. Un pequeño dolor en la sien la había sacudido antes de ir a la cama… Era poco el tiempo. ¿Cuánto? Se despertó con ruido de pasado y palabras, y pensó por primera vez en días… Pero su voz le dijo ven (aunque su corazón estuviera tan dividido como dos orillas unidas por el mar) y eso bastó.

Su cuerpo aún temblaba. Sus ojos cansados. Quedaba poco pero era el hombre del barco mercante, el que la besó tan dulcemente en aquel sueño y con una maravillosa sonrisa le dijo: "Pero tendrás que esperarme…". Y ella asintió. El océano turquesa, el cielo limpio, iluminado, el barco enorme y blanco… Él ni siquiera era pescador ¿Por qué estaba allí? Ella era una sirena (decían). ¿Qué hace una sirena con piernas sobre un barco?

Así que apuró su café tras sus pastillas, tendió la ropa, llamó a su madre, se duchó y fue a buscarle de nuevo, a esperarle tras la barra de su bar preferido.

Mar Cantón





A ti.

Y que conste que este hombre me trae por la calle de una amargura muy bonita.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Africano anónimo said: Muy bonito. Está bien.

Anónimo dijo...

Qué a gusto estoy.

María de la Ó.

yole dijo...

Dulce amargura que arropa...
Mi abrazo.

MOIRA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
MOIRA dijo...

Hola mi niña...

Que bonito...es lo que hace esa "Me traes por la calle de la amargura"..transforma Amargura..por..amor..y deja caer como las hojas en otoño las palabras..

Por cierto,te echado de menos..

Ahora nado extasiada entre libros que en junio me examino..

Siempre digo que voy a estudiar pero luego tanta técnica me cansa y termino delante de esta caja tonta que en su inconsciencia regala cosas como las de hoy...mar niña esa mariposa que revolotea por muchas de tus obras "Me trae por la calle de la amargura!!..jajajjajaja me encanta..que coqueta es la tia!! se asoma a todo color que ve con la única intención de chupar miradas..aissss

Besitos desde un mar de emociones en un miércoles de confusiones

Anónimo dijo...

Uyssss canija, no me digas que te traigo por la calle de la amargura que yo no te he hecho na //lloron (es que vuelve a funcionar el foro y me acabo de acordar de eso). Hola wapa, comostamos? yo llevo 16 dias aburrio jajaja. Un besazo mu gordo

©Claudia Isabel dijo...

cuantas veces en la vida nos toca esperar de este lado del mostrador, jajaj, del otro tendríamos bebida gratis, no?
Muy bueno el relato, que deja sin duda un gustito amargo parecido a la nostalgia y a la incertidumbre.

Me encanta el video muy bueno!!!
Un abrazo

by Alex dijo...

Canción de "Los piratas", para una "sirena" y "el hombre del barco mercante",enorme y blanco, en un "océano turquesa".....todo saliendo de la cabeza de Mar...Una chica sevillana que añora, que adora el/la MAR y su sabor a sal...
No tomes las pastillas durante un pequeño tiempo y tomate unos "culinos" de sidra....está buenisima este año....es una gran medicina...preguntaselo a ese médico que conoces....jajajajaja
...."Necesitaba caminar a su lado y él la invitaba para no caminar solo, era así de simple"....
La vida es así de sencilla, muchas veces somos nosotros los que nos empeñamos en complicarla...jajajaja
..¿verdad, Mar?...
Cariño, muy bueno, me ha gustado mucho...te echaba de menos...
Besazo muy fuerte.

Anabel dijo...

Caramelo dulce, amargura tibia y casi, casi acogedora de unos brazos lejanos pero generosos, de unos brazos que sabes a ciencia cierta y exacta que han sido sinceros y abiertos por y para ti, sólo para ti. No todos los días puedes apostar que eso ocurra.

Caramelito dulce que alargas en la lengua, intentando hacer infinito su sabor final a limón, limón del limonero, verde que te quiero verde como la albahaca.

Que me pierdo en la inmensidad de tu amargura con sabor a alga de mar salado y confitura de fresa.

Como me gusta este sabor. Hummm...

Besos,

Anabel, la Cuentista

Manuel Amaro dijo...

Hola Mar!!!!
Bonito y emotivo, como siempre.
Te mando un puñado de besos.

Anónimo dijo...

Ella salió de casa con la via lactea tatuada en la cara mientras murmuraba: "un,dos,tres,picadora mulinex."

@Igna-Nachodenoche dijo...

Hay amarguras que saben a amor, a versos escondidos, a palabras silenciadas, a dudas...

Hay sin duda pescadores, esperando su sirena.

Besos.

Patricia Cruzat Rojas dijo...

Mmmmmm que acogedor relato...
se que debí venir hace ya rato,
a cobijarme en estas palabras arropadas de cariño,
de dulzura,
de esperanza....
yo diría
palabras con un nuevo brillo...
sí,
ese brillo que aparace cuando te limpias la cara,
cuando te lavas el pelo,
cuando abres la ventana,
cuando te sientes mas despejada...
más liviana....
más en calma...
acompañada...
de alguna esperanza...

Mmmmm...
sentí la brisa en mi cara...

GRACIAS

Paty.Difusa

Amarcord dijo...

por donde navegas, pescaiya?.. veo que andas soñando con marineros que te transporten en sus redes, en ese mar donde coleteas cada dia...
Será mejor que nos tomemos un café y me cuentas.
Claro que, como siempre ando escaso de tiempo jajajaja... naaa que yo te llamo. jesjes

Marta (Tuki) dijo...

Ojalá las pastillas se olvidaran para siempre.
Tu blog es una de mis mayores evasiones y alegrías.Gracias,de verdad.Gracias.
Un beso muy muy muy grande.
Me animas como nada
*Tuki*

Nemo dijo...

Precioso, muy intenso, con aroma antiguo y mediterráneo, apasionado e incierto, como los tangos, sol ,salitre, cerveza y una plenitud que quizá solo dure un segundo...

Pero hoy voy a arriesgarme y voy a hacer una pequeña crítica. Creo que no te lo tomarás a mal; los puntos de vista de otra gente, acertados o no, siempre sirven para ver las cosas desde otro prisma:
he tenido que leerlo varias veces para enterarme de la historia. No tengo ni idea de escribir, pero supongo que, en algunos sitios, falta un "sujeto" que defina de quién se está hablando.
Pero tampoco me hagas mucho caso, últimamente estoy un poco espeso...
Un beso

Caramelo de Uva dijo...

No hay miedo, no hay barco, no hay sirena, no hay capitan, no hay pescador... pero hay Mar... mucho Mar.

by Alex dijo...

No saber de ti despues de tantos dias, me tiene preocupado.
Espero que estes bien y no pienses que soy un pesado.....solo un amigo asturiano, que se preocupa por ti....chiquilla andaluza..

LOBOGRIS dijo...

muy hermoso... de pronto me di cuenta que hablabas de una mujer, que mejor cuento cuando una mujer, con sus hermosos sentimientos, con su incanzable vida. espero que no muera pronto y que el miedo no quede mucho en su alma.

¿Era sirena? me prengunto quien...

Pequeña sirena,es bueno volver a visitar el mar, aunque sea ciebernetico

Beto

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