Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
Bert (Bertolt) Brecht, nacido Eugen Berthold Friedrich Brecht (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956), dramaturgo y poeta alemán.
Hay otros que DAÑAN un año y son PEORES.
Hay quienes DAÑAN muchos años y NO SON BUENOS.
Pero hay los que DAÑAN toda la vida: esos son los PRESCINDIBLES.
Mar Cantón
Mar Cantón (Delgado), nacida María del Mar Cantón Delgado (Almería, 04 de octubre de 1971 – Sevilla, en algún lugar y momento), Creativa y Diseñadora Gráfica, Técnico Especialista en Publicidad y Experta en Marketing.
Que como extraño caso volvió de entre los muertos unos meses después (no hay constancia de la fecha exacta), continuando como pintora, ilustradora, creadora, aprendiz de escritora y sobre todo: APRENDIZ DE LA VIDA.
Me disculpe el Sr. Brecht ...
No sé por qué esa tendencia mía a perdonar siempre. Es bueno, sano… Y la verdad, me sale de lo más natural, no puedo evitarlo, me joden y perdono, me insultan y perdono, se ríen y perdono, me ningunéan y perdono, me ignoran y perdono, algún comentario “desafortunado”… Y perdono…
Y lo más gracioso, incluso perdono sin que me pidan perdón a mi. Cuánto más orgulloso, soberbio, obtuso, intolerante, egoísta… Sea el “ser” con más ganas perdono (aunque previamente salgan de mi cuerpo como ectoplasmas sapos y culebras… Humana sí que soy… Quizás por ello suelo pedir perdón también, me gusta pedir perdón, si).
Pierdo un precioso tiempo de mi vida en “justificar” los malos actos ajenos, en tratar de entenderlos, en darles sentido… Para por supuesto, poder perdonarlos.
En ocasiones incluso, he llegado a culparme a mi misma al no encontrar un “por qué” convincente para perdonar.
Quienes bien me quieren no paran de decirme algo muy simple: pasa.
Y hoy, me he dado cuenta de hasta qué punto “paso”.
Nunca dejaré de perdonar, perdonar es bueno, sano, da paz… Se duerme muy tranquilo cuando se perdona a alguien… Pero aunque siga perdonando he aprendido que no merece la pena perder el tiempo. Mi tiempo es precioso: crée, pasée, tenga un momento “ácaro”… Es decir, esté ocupada o rascándome la barriga… Sólo merece la pena preocuparse por aquellos a quiénes quieres, por aquellos que te quieren.
“El que anda entre sabios, será sabio, pero el que anda entre necios saldrá mal parado”.
No se puede perdonar hasta que no se está preparado para asumir cuánto daño te hayan hecho y el peso verdadero de la pérdida. Llorarlo y aceptarlo. Y si no te ayudan y te siguen arreando es más difícil perdonar de corazón.
Así que puedo decir que perdoné muchas cosas, pero otras tantas aún: no.
Y como no voy a perder mi tiempo más en pensar en qué piensan o por qué piensan lo que piensan quiénes parece que piensan pero en verdad no piensan en nada salvo en ellos mismos… Dejaré que el tiempo y Dios me hagan olvidar, y con el olvido… Llegará el perdón.
Como dice IGNACIO… “Cavilando”… (en “letra” alta… Hoy me “dio por ahí”…).
Mañana comienza un pequeño camino cuesta arriba que habrá de durar una semana de ocho días… Vengo de escalar un monte, digamos que de dificultad 2… Cuando llegue a esa “cima” no sé si tendré que seguir escalando más empinado si cabe. Si es así y así me toca: escalaré, con ayuda y cariño pues es de tontos pensar que uno puede solo con todo, que no necesita a nadie.
Pero si al llegar sólo veo cielo, aunque siempre haya alguna nube… Creo que volaré, alzaré mis alas y volaré alto… No sé a dónde, no sé cómo… Sólo sé que si lo hago, si lo consigo lo haré con la misma ayuda y el mismo cariño, pues también es de tontos pensar que solo, se puede ser feliz.
Como decía Silvio: “Yo sé que hay gente que me quiere, yo sé que hay gente, que no me quiere”.
Ahora tengo que descansar, y descansaré en el murmullo de olas susurradas al oído, en la luna de mi ombligo, en la espuma de mi pelo, tejido amorosamente por manos invisibles, negando la oscuridad del mundo en mi sueño de cuerpo amado y hendido, de alma calmada y cansada, dulcemente retratada, acariciada, respetada, viva… Hasta mañana mundo… Hasta mañana...
Dedicado a todos aquellos que no me quieren, con el corazón.