jueves, julio 20, 2006
Día raro nº 3 (cura de mar)
Radiante
Ojos cerrados... Ojos Abiertos, luz, brillo, ojos cerrados
Me adentro
Mis manos rozan el agua, la penetran, está fría
Sonrío, me adentro
Agua fresca, sonrisa, brillo
El mar crece, me sumerjo, ojos cerrados
Silencio de mar, cuerpo mojado, frío, sonrisa
Ojos abiertos, el alma ríe, cuerpo mojado, inmerso
Ojos abiertos, sólo un instante, agua salada, aire, luz, brillo
Inmenso azul.
Sal que cubre mi cuerpo y baño para la ansiedad. Vuelvo a mi silla, en la sombra con sombrero, gafas oscuras, el sol me ha dañado un poco más... No importa. Me siento y siento la brisa sobre la piel mojada, y el olor a mar salada, y mis pies arañando la arena húmeda y el sonido ambiente: niños, madres, vendedores de camarones y refrescos, el colega con resaca, las niñas y sus pavos... Y parece que hubiera dejado cien maletas en el agua, o unos tantos años y seguramente muchas bacterias y virus (tú no, tú no te vas con el agua como una mancha de niño).
Vuelvo a cerrar los ojos y respiro profundamente, como si acabara de hacer el amor.
Descanso.
Sonrío.
Y espero que la próxima cura de vida no tarde mucho en llegar.
(Tras el "Día raro número uno, visité el mar).
P.D. 01: No pusieron nombre oficial a los trenes de Bombay ni a sus muertos, menos muertos que otros.
P.D. 02: Y otros olvidan a sus muertos cuando matan y los reivindican cuando toca. Vergüenza de tamaño olvido y mucho miedo.
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